Woody Allen es un genio sin ningun tipo de duda, su filmografía se divide entre sus grandes películas y las unicamente buenas. Esta aunque pertenece al segundo grupo es nuevamente una historia muy eficaz lleno de humor donde se trata uno de los temas más frecuentes en la filomgrafia del neoyorkinó; la auto descubrimiento de personalidad.
La película tiene sus muy buenos toques de humor sazonados con las desventuras de Alicen en busca de respuestas sobre su vida amorosa, cuando un día es atraido por un hombre desconocido. Los toques de talento de Allen son innatos, en cualquier otro director se verian ridiculos pero el sabe como manejarlos como la parte de la invisibilidad que crea con enorme naturalidad.
Si bien la historia tiene sus altibajos y no posee fuerza necesaria en la dirección, Allen demuestra que muy pocos conocen el adulterio como el, lo maneja de manera sencilla y sofisticada. Crear atracción entre dos personas tan diferentes como Mia Farrow y Joe Mantegna es algo que solo este señor podria hacer.
Buena película de Woody, para pasar el rato y que si no esperas nada de ella te cojera por sorpresa. Si quieres ver al mejor Allen mejor vete a ver Manhattan, Annie Hall o Hanna y sus hermanas.
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