martes, 31 de enero de 2012

La Invención de Hugo


Martin Scorsese hace un cambio de registro de 180° en su nueva película que lleva por nombre La invención de Hugo, del género de crimen da un salto enorme para realizar su primer película familiar, y por ende la más accesible de toda su filmografía, sin embargo no por ser para todo el mundo quiere decir que el genio del director de Toro salvaje no esté presente, al contrario, son muchos los momentos en los que se ve la mano de un maestro detrás de esta maravillosa historia.

La película empieza con una introducción de 10 minutos donde conocemos a Hugo, su hogar, sus problemas, su sueño. Con muy poco dialogo en este inicio Scorsese crea el mundo para el espectador, con notables planos secuencias filmando los recorridos del protagonista por la gran estación en Paris, que por cierto solo con estos minutos a la dirección de arte le basta para que el Oscar sea suyo, un monstruoso trabajo de decorados impresionantes y con un gusto por el detalle exquisito.

Para hablar de La invención de Hugo es necesario dividirla en dos partes, lamentablemente para la película aquí está un fallo, ya que hay una enorme diferencia entre ellas, pero vayamos primero a lo no tan bueno.
La historia en sí de Hugo, su vida en los trenes, como repara cosas, como se dedica a robar cosas de las tiendas es poco interesante. Cierto que es necesario y encaja con muchas partes en la historia, sin embargo cuando la película se enfoca en estos aspectos la película se vuelve a ratos cansina y es algo pastelosa. Lo del villano interpretado por Sacha Baron Cohen es de risa, un personaje tan intrascendente como mal dibujado.

Sin embargo cuando conocemos el verdadero propósito de la película es cuando hay nueva luz, y eso significa el homenaje del director a los orígenes del cine, a los grandes pioneros, al comienzo del maravilloso séptimo arte. Nostalgia uno puede sentir al ver varias de estas imágenes, que van desde algunos fragmentos de película mudas hasta la producción y realización de varias de ellas. Creo que Scorsese sabe perfectamente lo que tiene ante él, lamentablemente estamos en una época en que estos pioneros empiezan a ser olvidados y no se les da la importancia que deberían, las personas no conocen sus nombres, y ese el gran pretexto que tiene esta película, el director la disfraza de una película familiar para que todos; chicos y grandes, reconozcan o en algunos casos conozcan a los que comenzaron todo este mundo del cine, un mundo que como bien dicen en la película es un mundo de sueños.

Ya comentado lo de los decorados bestiales, también hay que hacer énfasis en el enorme trabajo de vestuario y maquillaje, artificioso sí, pero se ve espectacular. El montaje y la fotografía son de primer nivel y la música de Howard Shore da el toque para cerrar un gran mundo lleno de realidad pero también fantasía que deslumbra sin duda al espectador.

En cuanto a los actores, uno se pregunta qué pinta la participación de un actor como Jude Law, la escena en la que sale es necesaria pero si hay otro actor no pasa absolutamente nada, igual para varios secundarios que no pasan de ser correctos, y es que hay un pésimo dibujo de varios personajes que uno se pregunta para que están ahí. El debutante Assa Buterfield logra una buena actuación, pero los mejores son una Chloe Moretz de la que estoy enamorado de su rostro y dotes actorales que no son pocos, y un Ben Kingsley muy notable y con mucha presencia en pantalla.

La invención de Hugo es un maravilloso homenaje que los que amamos el cine agradecemos y los que aun no saben mucho también ya que rinde un tributo que es necesario recordar y conocer, si bien la parte dramática de su protagonista esta de mas, uno se queda con las mejores partes y sale satisfecho de la sala. No está a la altura del mejor Scorsese pero está por encima del género con el que ha jugado y ganado.

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