En la mayoría de las películas las imágenes sirven para complementar una historia, aquí en gran parte del metraje se rompe esta regla, son las imágenes las que guían y transmiten las emociones al espectador.
La primera hora de Los amantes del círculo polar es sencillamente magistral, soberbia, la narración es impecable, el espectador se siente atraído y seducido por la relación entre Otto y Ana, la química entre los protagonistas en sus diferentes etapas; niñez, juventud y adolescencia, es insuperable. En resumen esta primera hora podría nombrarla como lo más grande que he visto del cine español moderno, más grande que cualquiera de Almodovar o Amenábar, esto es cine con mayúsculas.
Lamentablemente el resto del metraje no posee no la fuerza ni la emoción ni la perfección narrativa de su primera hora, si bien el resultado sigue siendo excelente, la historia se desbalancea bastante y los protagonistas en sus escenas en solitario no logran conseguir lo mismo como cuando se encuentran juntos en escena. Además de esto tenemos que el guión es un poco tramposo, tirando mucho a lo fantasioso. Otro fallo garrafal es mostrar cuando la narración cambia de perspectiva, esto es algo que por obvias razones y pistas el espectador debe poder interpretar sin problemas.
Aun asi Los amantes del círculo polar es una bella y maravillosa historia de amor, capaz de seducir, enamorar, sentir, viajar hasta al espectador más amargado.
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