martes, 11 de octubre de 2011

I´m Stiil Here: The Lost Year of Joaquin Phoenix

Finalmente se estrena en México el falso documental I´m Stiil Here: The Lost Year of Joaquin Phoenix, con un número muy reducido de copias en la capital del país, habra que ver si la provincia tendra el honor de tenerla en sus salas.



Todo comenzó con una noticia que impacto en el mundo de la cinematografía, Joaquin Phoenix se retiraba de la actuación para dedicarse a su carrera musical. Tiempo después se presento en el famoso programa de David Letterman, con un look de rapero y con una personificación que puso en cuestión su cordura, si en verdad lo hacía en serio o era parte de algún proyecto. Finalmente se develo la intención, con la ayuda de Casey Affleck, con una cámara que lo seguía a todas partes retratando estos hechos, se trataba del falso documental de nombre I´m Still Here.

Este trabajo retrata no solamente la “aparente” carrera de Phoenix como rapero, sino que se trata de un vistazo a lo que es estar en la cima para después caer, el peso de las malas decisiones, que es querer hacer las cosas solo por un gusto propio, sin pensar en lo que los demás piensen, en el fondo creo que es lo que a tratan de enviar el actor y director a la audiencia, que a veces las personas que nos rodean espera tanto de nosotros que al complacerlos olvidamos lo que realmente queremos hacer, y olvidamos nuestros sueños y metas verdaderas.

Joaquin Phoenix ha logrado uno de los grandes performance en la cinematografía moderna, la campaña que se utilizo para esta película es realmente grandiosa, quizá tendríamos que remontarnos a El proyecto de la bruja de Blair para ver una campaña tan bien hecha, su actuación es completamente convincente, uno no puede saber con seguridad que es lo que realmente pasa por la cabeza del señor Phoenix.

Ahora hablando de cualidades cinematográficas, la película es una bazofia, cierto que se trata de un documental pero esto no es excusa para tener tan descuidados estos aspectos, sino preguntarle a Woody Allen y su Zelig. Llena de momentos que rozan lo ridículo y la pena ajena, aburrida en momentos y no parece llegar a ninguna parte. Y a pesar de todo esto, no es tan mala, estas escenas encajan a la perfección con el contexto de la historia, que no es sino la decadencia del ser humano. Incluso la escena final me emociona bastante.

Esta es una película para no tomársele en serio, si lo hacen terminaran odiándola. Es un falso documental malo si, pero que funciona con lo que se quiere mostrar, no es tan grande como Zelig, ni tan mala como Borat, se encuentra justo a la mitad pero que gana con su idea y con los momentos que se abordan la naturaleza de Joaquin Phoenix, que tenemos suerte de que aun siga aquí.


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