Jim Jarmusch es un director muy singular, sus películas son de un ritmo muy pasivo pausado, no hay mucha acción y se destacan por ser muy simplistas. Dead Man no es la excepción, es más se trata de un western totalmente vanguardista, quizá el mas diferente que haya visto solo detras de El topo de Jodorowsky.
Filmada en un elegante blanco y negro, la fotografía es de una calidad tremenda, por cada encuadre, haciendo tomas muy limpias, pero que por momentos se ve desentonada por la música compuesta por Neil Young, nada que ver con las típicas de western, muy simplista también de un estilo único.
Aqui realiza su última actuación el grande Robert Mitchum, y en los pocos minutos que esta en pantalla se la come, no como el señor Johnny Depp que no logra realizar los matices necesarios para su muy dificil personaje, por lo cual lográ un desempeño unicamente regular.
Es una película muy densa, casi no pasa nada y la historia si bien es interesante se alarga innecesariamente con algunas escenas bastante ridiculas igual que personajes metidos con un calzador como el de Alfred Molina que no le quita ni le agrega nada a la historia.
Si te gusta más los western de acción y balazos en gran número evita entonces Dead man, porque este es un western atipico donde lo que más destaca es su estilo visual y gustara a cierto público precisamente por lo diferente que es.
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