Del director de Entrevista con el vampiro llega esta singular película que narra la evolución de un niño hacia su lado mas oscuro debido a circunstancias de la vida.
El problema real de esta película es que el director tropieza en varias ocasiones en su narración, no consigue que la historia llegue de manera natural, hay escenas totalmente nulas y vergonzosas y tampoco existe una atmosfera adecuada para la historia.
Sin embargo tiene sus cosas buenas en especial cuando se siente la influencia de Naranja mecánica en ella, desde las similitudes de personajes principales, este Francie tiene mucho de Alex, como la violencia se vuelve algo normal entre la adolescencia o la forma de utilizar la música de Bethoveen para sazonar la misma violencia.
Interesante, vale la pena verla pero no queda en el recuerdo. Es algo larga y a momentos aburrida, pero con buenas intenciones.
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